Como pautas generales para tener una dieta sana durante el embarazo, debes recordar:

Toma un desayuno completo, debe ser la comida del día con mayor aporte calórico, y que incluya tanto lácteos, como frutas y cereales. Durante los nueve meses de embarazo debes seguir una alimentación adecuada y sobre todo prestar especial atención al desayuno, que es la comida más importante del día.
Recuerda que entre horas lo mejor es tomar una pieza de fruta.
La comida y la cena pueden ser más ligeras, a diario tienes que incluir varias porciones de verduras.
Cena pronto, aunque puedes tomar un lácteo o fruta antes de acostarte.
Aumenta considerablemente el consumo de frutas y hortalizas para cubrir las necesidades de vitaminas y minerales de tu organismo.
Toma pescado (preferiblemente pescado azul) por lo menos tres o cuatro veces por semana, los ácidos grasos y otros nutrientes esenciales que contienen serán muy beneficiosos.
Modera el consumo de sal, fritos y alimentos ricos en grasas y azúcares. Durante el embarazo, se recomienda consumir sal yodada, ya que durante esta época se necesitan cantidades mayores de yodo, el cual es esencial para el desarrollo cerebral del bebé.
Bebe abundante agua.

También debemos saber que hay alimentos prohibidos en el embarazo o que tenemos que evitar durante estos meses:

Tal y como indica la AECOSAN, grandes peces como el pez espada, el tiburón, el atún rojo o el lucio, ya que estos animales pueden acumular niveles muy altos de contaminantes persistentes como el mercurio o contener metales pesados.
Leche cruda y quesos frescos, azules o de pasta blanda como el Brie, Feta, Camembert, Roquefort, Gorgonzola o queso de Cabrales. Y en general cualquier producto lácteo que no esté hecho con leche pasteurizada, ya que existe riesgo para la salud de contraer listeriosis o que contengan bacterias dañinas tanto para la embarazada como para el bebé.
No tomes frutas o verduras crudas sin lavar, puedes utilizar productos aptos para la desinfección del agua de bebida y comidas, sumergirlos por lo menos cinco minutos en esa agua para luego enjuagar con abundante agua potable.
Evita los brotes y germinados crudos (soja…), ya que son propensos a ser contaminados con baterías como E.Colli y Salmonella debido a las condiciones en las que se desarrollan.
No consumas huevos crudos ni preparaciones que los contengan como salsas, mayonesas, postres o repostería, ya que pueden transportar Salmonella.
No tomes carne cruda ni poco hecha. Hay que cocinarla completamente hasta alcanzar los 71ºC, y que cambie completamente el color en su interior.
Productos cárnicos loncheados envasados, que solo se pueden comer si se cocinan a más de 71ºC.
Si no estás inmunizada frente la toxoplasmosis, tu médico será quien te lo indique y en el caso de que sea así, evita el consumo de embutidos crudos curados como chorizo, salchichón, salami o jamón. La toxoplasmosis y la listeriosis son de las pocas infecciones capaces de atravesar la placenta, con el grave riesgo que eso puede conllevar para el bebé, así que hay que tener especial cuidado.
Evita el paté, también existe riesgo de Listeria.
Evita el pescado crudo y el sushi, el pescado ahumado refrigerado o marinado, así como las almejas, ostras o mejillones crudos por el riesgo de anisakis.
Consume solo zumos recién exprimidos o envasados que hayan sido previamente pasteurizados. Al igual que la leche, el zumo sin pasteurizar puede contener bacterias dañinas procedentes de las frutas y verduras crudas que se han utilizado.
Algunos estudios apuntan a que tomar una taza de café al día durante el embarazo es seguro, pero la cafeína es un estimulante y puede elevar la tensión, algo nada recomendable durante el embarazo.
No tomes nada de alcohol, ya que el alcohol en sangre pasa al bebé a través del cordón umbilical y puede provocar graves complicaciones, ni tabaco.

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